Narcotraficantes Detenidos: Abogado Penal Internacional español

BUFETE JURIDICO INTERNACIONAL

Abogado de defensa criminal internacional
Me desempeño como abogado penalista en la especialidad del Derecho Penal

abogado de trafico de drogas

Defensa penal criminal en caso de detenciones por narcotràfico en Estados Unidos Canada Alemania Andorra Austria Bélgica Dinamarca España Finlandia Francia Irlanda Luxemburgo Mónaco Noruega Países Bajos Holanda Polonia Portugal Reino Unido Gran Bretaña Irlanda del Norte República Checa Italia San Marino Suecia Suiza.
Concretamente atiendo a los narcotraficantes detenidos, siendo poseedor de una vasta experiencia en esta clase de procesos. Tengo en mi haber veinticinco años de ejercicio de la profesión, de ellos diecinueve en la defensa de casos de narcotráfico.

Nos hemos especializado sobre todo en la defensa penal en caso de detenciones de narcotràficantes argentinos  bolivianos españoles mexicanos guatemaltecos hondureños salvadoreños nicaragüenses costarricenses panameños cubanos dominicanos puertoriqueños venezolanos colombianos ecuatorianos peruanos paraguayos chilenos uruguayos.


El tiempo de ejercicio del trabajo jurídico en esta área debería hablar por sí solo, y ser suficiente para comprender que un abogado así de especializado y experimentado, es lo que se necesita para los casos de narcotráfico, pero aun así, me permito ofrecer los fundamentos de esta afirmación:


Desarrollar la defensa en juicios de tráfico de drogas exige del jurista tres cualidades fundamentales, sin las cuales es poco menos que imposible lograr calidad:


1.    En primer término, un alto nivel de conocimientos y de actualización:  
El desempeño en procesos penales de narcotráfico debe ser continuo, manteniéndose al tanto de las normas procedimentales. El tráfico de drogas es un fenómeno cambiante, que se manifiesta continuamente bajo diferentes caras. Para continuar adelante con este tráfico, evadiendo a la justicia y a las diferentes estrategias de contención que se trazan en la lucha contra el tráfico de drogas, el narcotráfico se diversifica cada día, se perfeccionan los métodos de operatividad.

Esto obliga a que se tengan que atemperar las técnicas investigativas, los mecanismos de control antidrogas, que se eleven las medidas de seguridad, y se modifiquen en consecuencia los procedimientos criminales.


Los abogados penalistas que se dedican a delitos de narcotráfico por largos períodos de tiempo, notan las grandes de diferencias entre un caso actual y uno que defendió hace diez años, en todos los aspectos.


Un dominio especialmente importante es el del derecho internacional. El tráfico de estupefacientes se mueve en el mercado subterraneo pero con proporciones internacionales. No todos los países del mundo son productores de estas sustancias, pero sí prácticamente todos son consumidores. Los grandes productores no venden su mercancía al por mayor dentro de sus límites territoriales.

Las drogas fluyen continuamente traspasando fronteras. Los grandes carteles de las drogas operan como poderosas corporaciones transnacionales, solo que con el añadido de la ilegalidad.

2.    En segundo lugar, se precisa una capacidad de trabajo a toda prueba. La demanda de abogados de narcotráfico en el sector jurídico crece cada día. Esto es un indicador negativo, socialmente hablando, pues demuestra que el fenómeno de las drogas no merma, sino que crece. Pero es también un indicador positivo porque la cantidad de procesos que se abren cada año contra acusados de traficantes demuestra que la lucha contra el flagelo tampoco decae.

Sin embargo, el número de profesionales del derecho que se especializan en estos delitos no es tan abundante, por lo que la demanda siempre supera a la oferta de estos servicios jurídicos. Por tanto, los abogados defensores en narcotráfico precisan de una capacidad de varios kilotones de fuerza, que les permita asumir muchos casos y gran complejidad.

3.    Y en tercer lugar, se necesita un grado de compromiso con la profesión, y ser poseedor de férreos principio éticos, para desarrollar este trabajo eficientemente sin traspasar líneas que nunca deben ser cruzadas. Encontrar el punto exacto del sano equilibrio es muy difícil, y peor aún, mantenerse en ese punto.

Debido a la naturaleza de estos procesos, en los cuales se juzgan no solo el narcotráfico como figura principal, sino todas las manifestaciones inherentes al crimen organizado, como asesinatos de familias enteras, torturas, venganzas, secuestros, chantajes, extorciones, hay que aferrarse muy fuertemente al sacramental derecho a la defensa, y  a la fe en la posibilidad de regeneración de las personas, para no caer en mala praxis, hasta sin intención. Y está el extremo contrario, también temible, en el que el abogado que defiende narcotraficantes corre el peligro de ser seducido y terminar proporcionando colaboración a los carteles.

Así pues, los años de experiencia en este campo han hecho de mí un jurista competente para bregar en estos mares.
Garantizo la mayor diligencia en la asistencia a los detenidos por narcotráfico. En estos casos, se aplican generalmente rigurosas medidas de seguridad. Muchos son mantenidos en incomunicación, máxime cuando se trata de destacados miembros o líderes de organizaciones criminales, a los efectos de evitar todo lo posible maniobras de obstrucción a la justicia, eliminación de testigos, cohecho, sobornos, intimidación.


Tengo gran experiencia en la negociación con el ministerio público en beneficio de mis clientes, si estos deciden colaborar en la solución de casos pendientes. Acompaño a mis clientes en todo el proceso, apoyándolo en la toma de todas las medidas de seguridad en calidad de testigos protegidos.
Mi meta, al ejercer la defensa de acusados de narcotráfico, no es engrosar mi currículo con un caso exitoso más, sino acarrear la solución más ventajosa para mi cliente. Los intereses del representado son siempre lo primero, cuando se trabaja con ética y profesionalidad.

 

 
 
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