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Información fundamental para contratar un abogado penalista en Londres, UK: Para una acertada elección del abogado penalista en cuyas manos usted pondrá algo tan importante y definitorio como su proceso penal, es necesario, en los momentos actuales, estar informado de una serie de elementos que lo dejarán a usted en posición de tomar una sabia decisión. Cubrimos todo el territorio del UK con atenciòn juridica urgente en Inglaterra Londres Escocia Edimburgo Gales Cardiff  Irlanda del Norte Belfast.


Ante una acusación de tipo criminal, contratar un abogado penalista es una prioridad inaplazable. Normalmente podemos creer que lo esencial es cerciorarse de que se trate de un buen abogado penalista internacional, pedir referencia de su trabajo, ranquin de  casos ganados, ese tipo de cosas. Y es cierto, informarse sobre la valía del abogado defensor que se vaya a designar es siempre aconsejable, no hacerlo a ciegas, o contratar al primero que se ponga a mano, sino recabar informes sobre su calificación y competencia.

Atenciòn a presos en el extranjero, detenidos: argentinos  bolivianos españoles mexicanos guatemaltecos hondureños salvadoreños nicaragüenses costarricenses panameños cubanos dominicanos puertoriqueños venezolanos colombianos ecuatorianos peruanos paraguayos chilenos uruguayos.


Sin embargo, tratándose de un proceso penal en el Reino Unido, las características del abogado, o mejor, los conocimientos de los que dispone  y practica en la defensa de sus clientes, o cuán atemperado esté con el acontecer jurídico del país, cobra una especial significación.


¿Qué sucede con el procesamiento criminal en el Reino Unido?
A nivel internacional el proceso penal ha venido siendo objeto de revisión y de la aplicación de importantes reformas que tienen su génesis en profundos análisis doctrinales. Concretamente la fase de la investigación, o instrucción penal, ha acaparado la atención de los reformadores.


Este movimiento no tardó en hacer eco en el Reino Unido. El legislador británico ha puesto manos a la obra, junto al personal académico del mundo del derecho, y se han logrado importantes avances en el sentido de conferir a la fase de investigación del hecho delictivo, la importancia que merece, dado el papel decisivo que tiene para el resto del proceso.


El derecho es un organismo vivo, que crece, se desarrolla y se modifica continuamente, adaptándose siempre a los requerimientos de las relaciones sociales y los intereses del Estado. Así las cosas, no cabe duda de que un jurista desactualizado equivale a una especie extinta, preservada como un fósil antiguo.
Esta realidad se ve patentizada hoy en el Reino Unido, ante los cambios, positivos, eso sí, que se están dando en el procesamiento criminal.

La praxis de los abogados penalistas se ve obligada a mantenerse a tono, si no se quiere perder la funcionalidad de la misma.


¿Qué hay que tener en cuenta para elegir acertadamente un abogado penalista en Londres, UK?
A continuación se brindan algunos tips que serán muy útiles a la hora de designar un abogado defensor para un proceso penal en el Reino Unido, a la luz de las reformas que se están operando.


Un abogado defensor efectivo debe haber adoptado la perspectiva diferente que los nuevos tiempos imponen en relación a la fase de investigación. Ha quedado demostrado que la visión del juicio oral como momento decisivo del proceso no es una posición  adecuada. Un desempeño incólume del abogado defensor en la etapa del juicio oral no es suficiente para alcanzar un resultado exitoso, cuando las bases del caso que se formaron durante la investigación no fueron totalmente favorables, y ya no hay oportunidad de volver atrás.

Es muy ventajoso que el abogado en cuestión haya mantenido una actitud participativa y un ánimo integracionista en el movimiento reformista que se ha venido consolidando en el Reino Unido, a propósito del proceso de enjuiciamiento criminal.


El abogado que se está valorando para ser designado como defensor debe dominar las medidas que se han adoptado en pro de garantizar el necesario equilibrio que debe haber entre el poder coercitivo del Estado, o sea, las autoridades que intervienen en el proceso penal, léase fiscalía, policía, jueces de instrucción, y los derechos de los acusados. Esto le proveerá de utilísimas herramientas para desarrollar una defensa de peso a favor de su cliente, máxime cuando este se encuentra en detención, armas eficientes para combatir tratos inadecuados, violencia policial, interrogatorios viciados, y cualquier otra violación de los derechos de su representado.

El jurista seleccionado debe estar preparado para apelar al principio que se ha afianzado en nuestro sistema judicial a partir del movimiento reformista a que hemos hecho referencia: Principio de racionalidad, mesura e imparcialidad en el desarrollo de las funciones de los investigadores criminales.

El abogado debe estar al día en cuanto a  la exigencia de un alto grado de eficiencia en la investigación, hacia lo cual dirige sus ojos el sistema judicial británico en la actualidad. La utilización de estrategias investigativas atemperadas al desarrollo de la tecnología, la técnica criminalística moderna y el avance de la ciencia forense, todo puesto en función de las nuevas manifestaciones de la criminalidad que aparecen todos los días. Debe el abogado estar presto a no permitir que se pretenda dar por probado un hecho delictivo mediante diligencias investigativas ineficientes o de escasa entidad.

Se ha planteado la necesidad de enfocar más el sistema de sanciones hacia la rehabilitación del reo y su reinserción social, que en el mero castigo del hecho punible. “Pagar la deuda que se contrajo con  la sociedad no necesariamente garantiza que el deudor se reintegre a ella”, es una máxima que el legislador británico ha acogido con beneplácito, apreciando la sabiduría que encierra. El dominio de que la voluntad pública está dirigida hacia este objetivo es fundamental a la hora de argumentar frente a un jurado en el acto del juicio oral, y arma al abogado defensor con un punto de vista que, a la luz de los nuevos tiempos, tiene indiscutiblemente mucho valor.